lunes, 1 de septiembre de 2008

Me acusarán de obsesivo, distraído
insensato
por haber visto y reclamado
una sorpresa
o quizás 10 segundos
de una mirada atónita de niño
para ese conjunto de células,
esa manifestación de carne
ese grupeto de materia

que se hizo hueso y se hizo sangre
se esculpió los ojos y las uñas
y sin más guía
que quién sabe cuántas mañanas de sol
y quién sabe cuántos kilómetros de sal
ha logrado arribar al día
donde con un suave gesto
pasa delante de mí,
elegante,
flotando

sin mas ayuda ni conciencia
que la que desconozco en absoluto, o no tanto.

Me acusarán de obsesivo, distraido
insensato
por haber visto y reclamado
una sorpresa
o quizás 10 segundos
de una mirada atónita de niño
para esa gaviota
que es porque es
y no porque yo
o porque ese ciego.

No hay comentarios: