viernes, 12 de septiembre de 2008

Es cuando me desarmo,
cuando me pierdo,

que tras las cadencias del vacío
y las codas de la nada,

encuentro talladas,
heridas,

quemadas

pero inmutablemente vivas,
guerreras

mis alas de fénix,
mi espuma de mar.

2 comentarios:

el monito dijo...

muy buenos escritos maestro, este ultimo muy conciso y conmovedor; nos estamos viendo cuando se atreva a saltar ese tremendo charco llamado atlántico! abrazo grande

carpediem dijo...

te dejo una sonrisa :)