sábado, 1 de noviembre de 2008

Muchas veces
el ritmo de las visiones
fabrica un hueco, un cuenco
y observo,
me maravillo

al ver cuán oscura era la noche que transcurrí
cuán alta la furia de los mares

mi fortaleza ajena
mis huesos de elefante
mis saltos de yaguareté

las fuerzas que me habitan
y no protestan durante las caminatas livianas

todo latiendo,
más allá de mis meditaciones
más acá que el mundo de las palabras

mi estructura
mi montaña
mi templo



(cuando el viento sopla despacio,
el bambú no hace ruido)

2 comentarios:

Dave! dijo...

Muchas veces su aparicion llega y suena en mi. Vaya uno a saber porque, pero esa otredad me pone contento. Me despierta a otros sentires afines.
Le agradezco mucho este y el anterior escrito.

Flordesoles dijo...
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